domingo, 18 de diciembre de 2011

ANIVERSARIO DE ORDENACIÓN SACERDOTAL


"¿A DÓNDE PODRÍA IR LEJOS DE TU ESPÍRITU,
A DÓNDE PODRÍA HUIR LEJOS DE TU PRESENCIA?"


Sábado 17 Diciembre 2011
Parroquia “Nuestra Señora de las Victorias”
Inicio de novenario al  Niño Dios



Queridos hermanos y hermanas en el Señor Jesús, agradezco su presencia y apoyo en este templo de nuestra Señora de las Victorias. Para dirigirles una breves palabras, quiero tomar como texto bíblico para este mi sexto aniversario de Ordenación Sacerdotal, cuyo aniversario comparto con los reverendos padre Enrique y padre Amilcar, el Salmo 139, 7, el cual dice: ¿A dónde podría ir lejos de tu espíritu, a donde podría huir lejos de tu presencia? Este versículo pertenece a un salmo que es una meditación sobre el papel de Dios en la conducción de la vida humana y sobre los profundos e insondables caminos por donde El conduce.

El ser humano por la libertad que posee, puede crear sus propios caminos y andar por esos caminos. El ser humano, por diversos motivos, puede construir su propia manera de vivir, poniendo como base sus propios gustos personales, sus caprichos, los deseos de experimentar lo que mucha gente sin Dios experimenta. El ser humano puede caer en un ateísmo práctico, es decir, creer en Dios, hablar de Dios, incluso presentarse como alguien que trabaja para Dios, pero en su vida personal vive como si Dios no existiera.

Dialogando con el padre Enrique hace unos días sobre esta celebración, él me decía: “no celebramos nuestros méritos, nuestras bondades o maldades, sino que celebramos la misericordia de Dios”. Es decir, a pesar que le fallemos como seres humanos o como ministros suyos, El nos perdona y nos impulsa a seguir adelante en su obra salvífica.

Hermanos y hermanas, aunque los seres humanos nos extraviemos lejos de la presencia de Dios, realmente, de una u otra manera, volvemos a dar con El; realmente, nos damos cuenta ante tantas tonterías que a veces hacemos, que ¿a dónde podríamos ir lejos de su espíritu, a donde podríamos ir lejos de su presencia? Bien dice Jesús: “Sin mí, no pueden hacer nada” (Jn 15, 5).

Durante estos dos últimos meses, Dios se ha valido de situaciones sencillas, muy sencillas, pero con grandes motivaciones, para decirme: “Gustavo, mi sacerdote, a donde podrías ir lejos de mi espíritu”. Por otra parte, quiero compartir con ustedes, algo que he descubierto en este año y que un amigo que esta aquí acompañándome, lo dijo de manera sintética: “Los sacerdotes y los laicos en verdad formamos un complemento”. Ustedes los laicos ven en nosotros los sacerdotes sus guías, sus directores espirituales, sus conductores por el buen camino, pero también ustedes, son nuestra autenticas motivaciones para seguir adelante.

“Ser sacerdote significa ser amigo de Jesucristo, y serlo cada vez más con toda nuestra existencia. El mundo tiene necesidad de Dios, no de un dios cualquiera, sino del Dios de Jesucristo, del Dios que se hizo carne y sangre, que nos amó hasta morir por nosotros, que resucitó y creó en sí mismo un espacio para el ser humano. Este Dios tiene que vivir en nosotros y nosotros en él. Esta es nuestra llamada sacerdotal: sólo así nuestra acción de sacerdotes puede dar fruto” (Benedicto XVI, 13 abril 2006).

Queridos hermanos y hermanas, este día ha empezado la novena en honor al Niño Dios, ha empezado la preparación inmediata para revivir su nacimiento. Les encomendaré en mis humildes oraciones ante el pesebre de una iglesia o de mi hogar, al mismo tiempo, les pido sus oraciones por nosotros tres, para que renazca en nosotros el Señor Jesús, a quien hemos decidido servir durante toda la vida y así sea fecunda nuestra acción de pastor, para beneficio de su amado pueblo.

Desde ya, les deseo a todos y a todas una verdadera feliz navidad y prospero año nuevo 2012. Muchas bendiciones y muchas gracias.


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